miércoles, 30 de septiembre de 2015

Vos, ¿sabés?

Reconozco que históricamente, a través de este blog, bogo y bogaré por el descubrirse y conocerse a uno mismo. Y no está mal, no voy a negar algo que vine afirmando durante años. No de orgulloso, pero sí porque quisiera rescatar algo que no es blanco y negro. También porque me convenzo cada vez más de lo mismo, pero lo que sigue es un punto de apoyo, u otra arista de referencia, en lo que respecta al tema. También se crece en estas cuestiones. Y como otra manera de que sigan siendo ciertas. A modo de importancia colectiva.
La posmodernidad, entre otras cosas, hizo todo demasiado fácil. E hizo que, al no tener nada un punto fijo, nada es 'correcto' o 'incorrecto', todo es variable y maleable, nada sirve de referencia. Y lo que esto deja de campo abierto a ideas, caminos, pensamientos, puntos de vista; lo suprime en tanto anclas a las cuales aferrarse. Quiero decir que hoy por hoy, para los escépticos y descreídos del mundo -entre los cuales me cuento-, no tenemos una puta referencia de la cual agarrarnos.
La historia ya fue, se demostró que las ideologías pueden traer cosas piolas, pero son mejores fabricantes de fundamentalistas que otra cosa y no creo que ninguna idea valga totalmente la vida de un hombre. Amén de aquellos que se han sacrificado por una idea hasta el fin de sus días, desde ya que su tarea es sumamente rescatable y valorable pero, ¿hace falta sacrificarse por una idea siendo el mundo un lugar tan amplio y aceptable a las diferencias? Está bien que la realidad nos supera como seres objetivos -algo bastante lógico- pero no hay que olvidar que las ideas también son subjetivas. Ok, no se matan y todo eso. Está bien, pero eso no significa que tengan que matar.
De esta manera, al no ser ninguna idea "segura", ¿de qué carajo cazarse? Más allá de todo, se entiende que tener una salida segura también sería demasiado fácil y aburrido, pero al no tener un faro es muy complicado avanzar. Y esto atenta directamente contra el auto-descubrimiento. Claro, ¿cómo puede haber respuestas sin nada que lo estimule? Y si la realidad es embolante o repetitiva, ¿cómo se puede descubrir otras sensaciones o respuestas novedosas (para uno)?
Entonces, mucho cuidado con quién es uno y quién cree ser. Porque no es lo mismo responder a estímulos (de mierda) que fabricarse una personalidad propia. Por supuesto que uno y otro van de la mano -pero insisto en que si hubieran provocativas adecuadas. Yo estaba convencido, pero seriamente, de qué quería desarrollar para mi vida de esta edad en adelante. Que por favor no se me prejuzgue por tener 21 (uno se cree dueño del mundo a esta edad, se sabe), pero pasan períodos cada vez más largos de tiempo hasta que (re)descubro (¿o me re-desengaño?) de que lo que quería no era tan así. O no lo quería de esa forma. Por ende, una vez más hay que calar hondo, profundo, rigurosamente, con estilo, con precisión, con hermetismo, para saber a qué carajo apuntar todas tus fuerzas.
No me quejo del esfuerzo (todo árbol bien tratado da sus frutos), pero sólo espero que para aquellos que nos esforzamos día a día en encontrar una luz, hallemos algo al final del túnel.